Lo que dejas en el camino

jueves, 10 de diciembre de 2009

 




Amelia? Polaco, sos un hijo de mil putas, no me revuelvas la herida. Aca en la carcel limarte la pija a pajas es un deporte y una terapia y vos me haces acordar de Ame? Sos un hijo de puta, haceme acordar que cuando salga de aca te garche a vos. 
Amelia... 
Polaco, vos sabes... si hay algo malo que te puede pasar es que te pases toda una vida esperando que alguien nunca vuelva.
Pero lo peor que te puede pasar es quedarte toda la vida sin volver nunca.
No, la conoci antes, para ese entonces estaba aun trabajando reduciendo autos en Temperley para Gorrino, el tano que estaba mano a mano con el jefe de la comisaria de la zona. Si, lo bajaron en el 79 porque se quiso pasar de boludo y se habia cortado por las suyas con un autopartista en Uruguay.
En esa epoca tenia una vida de lo mas basica. Los chorros y los policias somos iguales en un sentido: Vivimos a los cohetazos, robamos y cuando no hacemos ninguna de las dos cosas, nos vamos de putas.
Yo me pasaba las noches de puterio en puterio, La verdad es que no me la pase garchando a dos manos, sino que me aburria mucho estando quieto en una cama fumando y haciendo tiempo hasta el siguiente saqueo. Te la pasas pelotudeando todo un dia al pedo esperando que suene el telefono. Ahora no, tenes un celular. Cualquier pelotudo tiene un celular para recibir llamadas por las razones mas pelotudas. Recuerdo que mi hija me decia: Papi, comprate un celular, si tengo una emergencia, como te ubico? Y yo le pregunte: "Oime, si te atropella un auto en la calle, lo ultimo que vas a poder o querer hacer es marcar un numero de telefono. Si me ponen un cohetazo en la cabeza, no creo que me acuerde de tu numero." La gente es boluda, Polaco, vos sabes... Se aferra a cualquier pelotudez que le brinde sensacion de seguridad. Se compran un auto en vez de ir en colectivo sin darse cuenta que es mejor que te reviente un punguista a que te reviente un pelotudo con un bufoso en el semaforo de 9 de Julio y Corrientes.
La cosa es, perdoname que me fui de tema... esta grabando esa cosa? Polaco, me estas grabando con una cajita de chicles, la puta que te pario... La cosa es que esto paso en el 75, estaba en la mitad de los 30. No tenia panza, Polaco!!! En aquella epoca tenia pelo y todo. Tenia pelo negro, negrisimo, y se me caia el flequillo de costado. Habia un pibe que era bibliotecario o maestro o no se quien, que decia que me parecia a Roberto Arlt. Una vez lei un libro de el. Buen libro. Medio no lo entendi, pero me gusto. Pero la que me puso El Cuervo fue Amelia. Decia que mi pelo era como el ala de un cuervo. Me gustaba tanto que me pasara la mano por el pelo, mira que vos sabes que nada me hincha mas las pelotas que me toquen. Mirar y no tocar, Polaco. Que se metan las manos en el culo. Pero Amelia... era distinto... Me tocaba y en vez de que se me parara la pija, me sentia como un bebe. Me podias cambiar el chiripa y ponerme el chupete y mandarme a dormir ni bien me ponia la mano encima... si, paz, me daba paz. Cuando estaba con ella, la comodidad y la verdadera seguridad de una 45 bajo la axila no servia para una mierda. Me molestaba.
Ah, si... No la conoci en el puterio, sino saliendo del puterio. Trabajaba en un tumbadero en microcentro, sobre Sarmiento. Era la recepcionista, pero de tanto en tanto pasaba algun cliente para el fondo. Era hermosa, tenia el pelo corto con melenita. Me enloquecia verla mover la cabeza cuando se reia con esa risa completa. Al principio no me daba ni media bola, porque la habia pasado mal con un cliente con el que habia pasado y que la habia cagado a trompadas. Le pego en el vientre con la mano envuelta en una toalla para no dejarle marcas, pero la pobre mina termino cagando y meando sangre una semana. Y el tipo volvia lo mas campante y le sonreia a todas las que habia cagado a trompadas. Pagaba el doble o el triple y si ponia un poco mas de guita, la turra de la madama le daba un cuchillo para trocearla.
Yo me entere de esto tomando un cafe con Arditti, que era viejo habitue del puterio. Cuando me describio al tipo lo recorde inmediatamente. Viste Polaco, vos sabes, no olvidamos una cara. Nunca sabes quien es o era un policia o un malandro. La cuestion es que sali del cafe pensando un poco, pase por una verduleria y compre un kilo de papas grandes, hice huevo en un cine hasta las ocho de la noche, que era la hora que solia ir el hijo de puta este, y me fui para el puterio.
Amelia estaba en la recepcion, cuando me vio sonrio con esa risa completa que me enamoro el primer dia que la vi. Aun no pasaba nada, o sea, como dicen los pendejos, habia onda, pero no pasaba nada. 
Me sente en la recepcion y puse la bolsa de papas en el regazo. Amelia me miraba con cara de intriga, porque yo ni siquiera habia pedido un whisky. Beneficio de ser socio honorario de un puterio: No te ponen agua en el whisky y cuando pedis un Robert Brown, te dan un Robert Brown.
No espere demasiado, a los 15 minutos la expresion de Amelia mirando la puerta que se abria cambio como si se hubiera guardado un petardo en el culo y alguien le acercara un fosforo. Entro el coso este, sonriendo como si estuviera en una fiesta.
Dio cuatro pasos hacia el mostrador donde Amelia colgaba el telefono con las dos manos. No dio cinco pasos porque ya me habia levantado con la 45 en la mano y lo habia surtido en el costado de la cara. No tanto para dormirlo, sino para llamarle la atencion. No lo queria desmayado.
Le extendi la mano con la bolsa de papas y le pedi que me la sostenga. No, a Amelia no, al coso este. No entendia nada, pero como un chico educado a cachetazo limpio, agarro la bolsa y la llevaba por delante como si fuera una muestra de orina. Lo acerque al mostrador y con un dedo le indique que mirara a Amelia.
- La ves? Si, claro que la ves. Pero sabes? No la estas viendo, de hecho, no la ves y no la vas a ver nunca mas. Porque no vas a volver nunca mas aca. Nunca.
- No, nunca m... - Empezo el pelotudo a babear.
- No me interrumpas. Te estoy explicando. Ahora, yo se... soy hombre. Es preciosa la pendeja, no? Mira que risa linda que tiene. Las pasiones son asi, no se pueden evitar. Vas a recordarla y vas a recordar como le pegabas en la panza y se te va a parar la pija y vas a volver. Vos lo sabes y yo lo se. Asi que tengo que asegurarme que no vuelvas. Las dos unicas cosas que se me ocurren en este momento para que no vuelvas no te van a gustar. Pero a mi si, y a ella mas aun. La primera es facil, te tiro una botella de whisky encima, te saco del forro del culo, abro la puerta del ascensor y te caes seis pisos. Pero despues el puterio este cierra un mes y yo no la puedo invitar a cenar a ella. No, eso esta mal. Me jodo yo tambien por tu culpa. Asi que... vamos directamente a la siguiente opcion. Agarra de la bolsa la papa mas grande...
- lo que...?
Le solte otro canastazo en la oreja con la culata de la pistola.
- Que agarres la papa mas grande. Elegila bien, porque va a ser mejor para vos y para mi.
El tipo me miro un momento con los ojos abiertos como huevos. Le amague de nuevo con el arma y metio la mano en la bolsa. Saco la papa mas grande y la miraba como el coso este shecspier, "Ser o no ser"
Se la tome de la mano y le cabecee una sonrisa de agradecimiento, y le clave el cano de la 45 en una punta de la papa hasta casi la mitad. Amelia me miraba hipnotizada. El coso me miraba sin entender un pomo. Me le puse en la espalda y le susurre al oido para que Amelia no escuchara:
- No tenes ni la mas puta idea de cuanto te va a doler esto, pero te prometo que cada vez que te duela, te vas a acordar de no volver aca ni en pedo, entendes? Es una cuestion de garantias. Yo creo en las garantias.
Le apoye la papa detras de la rodilla derecha y le mande un tiro en la rotula. La papa salto a la mierda y los pedacitos estaban negros y echaban humo. El ruido no fue mayor al de cerrar una puerta con fuerza. Pero el grito del tipo fue aun mas fuerte, asi que agarre otra papa y se la clave en la boca todo lo que pude. Y el tipo no pudo hacer mas que comerse los mocos y llorar para adentro.
Se habia caido frente al mostrador y se agarraba la pierna. Lo puse boca arriba despues de guardar el arma, le saque la corbata y le hice un torniquete. Lo levante, lo arrastre hasta la puerta y lo deje apoyado contra la puerta del ascensor. Le aprete el boton y cuando el ascensor empezo a subir, me di media vuelta y entre de nuevo en el puterio.
Amelia me miraba palida como un jabon. Le pedi un whisky pero no lo tome, cuando me la sirvio, la mitad del whisky termino en el mostrador.
- Queres ir a cenar? Hay una parrilla muy buena aca a cuatro cuadras.
Y asi empece a salir con Amelia.
Que? Si, claro. Nos pasabamos los dias encerrados cogiendo como si fuera el fin del mundo... Que se yo? No se si yo cogia bien. Capaz que coger bien es patrimonio de las parejas que tienen tiempo juntos, yo nunca tuve una novia que me durara mas de un mes con la furia. La practica hace al maestro, decia Rivarola, el que abria las cajas fuertes para Cespedes. El guacho se podia pasar un mes entero abriendo la misma caja fuerte una y otra vez. Y por eso en diez minutos te abria la caja que se le cantaba el culo. Amelia si cogia bien, las minas son distintas. Con que se dejen coger ya estan haciendo el 80% del asunto. Es muy poco lo que le podes pedir a una mina para que coja bien. Claro, Polaco... ya con que la mina te deje ponerle una mano encima... Yo creo que tambien es el amor, incluso que la mina se quede dura como una puerta, pero te mira con amor mientras estas cogiendo, eso es coger bien, porque lo sentis en otro lugar que no tiene nada que ver con la pija.
Si, yo estaba enamorado, bah, creo, como mierda sabes si estas enamorado? No se, creo que si. Me sentia bien con ella, me hacia bien y me hacia bien hacerle bien. Que se yo? Estaba con ella y se me borraba todo. No me preocupaba nada de nada. Si, Polaco, vos sabes... Me sentia a salvo.
Pero yo no se si la hacia sentirse a salvo. Hoy puedo decirte que si, pero no lo se. Capaz que ella tenia la fantasia de que estaba todo bien o realmente estaba todo bien. Pero estaba todo bien entre cuatro paredes. En el mundo real, yo seguia siendo un malandra y ella una puta. Yo hubiera colgado las armas si ella me lo hubiera pedido, y capaz que ella no volvia nunca mas a laburar de puta si yo se lo hubiera pedido. Pero ninguno de los dos pudo pedirselo a si mismo. Capaz que era lo mas facil del mundo. Capaz que ahora estoy aca en Devoto porque no me anime a pedirselo y no me anime a pedirmelo a mi mismo sin esperar a que ella lo hiciera, Polaco. Todos queremos que cambie el mundo pero no cambiar uno, y no se puede. Ahora lo se, a los 66, pero entonces era bastante pelotudo. Bah, estoy preso, sigo siendo bastante pelotudo, un poco menos, pero lo suficiente.
Asi que yo no se lo pedi, y ella no me lo pidio, y nos quedamos esperando que uno de los dos se lo pidiera al otro, y fue entonces cuando me llamo Cabrales diciendome que nos habian buchoneado y que la cana estaba a cinco minutos de caeme encima. Corte el telefono y me empece a poner el pantalon. 
- Cambiate y quedate tranquila, va a caer la yuta. Vienen por mi, nos buchonearon, me tengo que ir a Brasil o a Paraguay. A vos no te van a hacer nada, cuando lleguen les decis que te pague y que me fui hace media hora.
- Me voy con vos - Me dijo Amelia mientras pasaba la cabeza por el escote del vestido mientras se calzaba los zapatos.
La mire mientras me ponia el saco y me calzaba el bufoso en la cintura.
- Adonde voy vas a durar un pedo en la mano. No te puedo llevar, no hago a tiempo a escapar, antes de acercarnos a la frontera me agarran de los pelos del culo.
- Me voy con vos - Repitio con una lagrima en la mejilla. Se la seque con la mano.
Le di un beso en la frente. La abrace y sentia como el corazon se me hacia miguitas.
- Morocha, nos acordamos tarde. Nos acordamos muy tarde. Te quiero.
Abri la puerta y me fui. Recien pude volver de Asuncion dos anos despues, y cuando volvi al puterio, era un estudio contable lleno de maquinas de escribir. Ni me moleste en preguntar. Nunca supe donde vivia Amelia, ni siquiera sabia su apellido. Tampoco podia ponerme a recorrer puterios porque la cana siempre esta monitorandolos.
Si, Polaco, me pase decadas tratando de reconocerla entre las caras de la gente. Cada vez que sonaba el nombre de Amelia se me paraba el corazon. Hasta que un dia el corazon no se me paraba mas, tan solo siguio andando mas despacio.
Es lo que hay.
Es lo que hubo, Polaco.

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